Rios carmesí
La sangre se derrama por el
marmoleo suelo blanco, dibujando la geografía de una desesperación llevada a
realidad. La pálida luz, anidada más allá de las ventanas, contempla la escena
con indiferencia. Retazos de blanco, que un día fueron seda. Trasquilones de
azabache que un día fueron orgullo, vanidad y ambición. Ópalo blanco en la piel
ahora marcado por hilos carmesí. No
queda nada de lo que fue, apenas un atisbo de lo que podría hacer sido y una
pregunta en el aire que flota más allá de lo que la vista podría alcanzar…
¿Por qué?
Jejeje, ya era hora de que volviera la inspiración...
ResponderEliminarAnsia viva XD